25 de noviembre 2024

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Las organizaciones sindicales AFUCAP, ANFUCULTURA y Sindicatos de Honorarios de Valparaíso y Santiago convocaron a una paralización desde este jueves en todas las reparticiones de la Subsecretaría de las Culturas y Las Artes y, las Seremis del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

La acción de los trabajadores se suma a los más de 50 días de paro del Ballet Folklórico Nacional (BAFONA).

Luego de tres meses de negociaciones con el ministro de la Culturas, las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre; y la subsecretaría de las Culturas y las Artes, Andrea Gutiérrez; los trabajadores de las organizaciones de la Subsecretaría escalaron en la movilización en que se encuentran desde abril.

Según informaron en un comunicado, la determinación es «ante la falta de respuestas concretas de parte de las autoridades» a «nuestra justas y urgentes demandas laborales».

Dichas demandas señalan que hacen relación con «justas nivelaciones salariales por las persistencia de irracionales brechas».

Junto con ello, indican un «aumento de dotación ante excesiva e inabordables sobre cargas laborales; mejoras remuneracionales para quienes prontamente egresarán del servicio y que tienen importantes lagunas previsionales por prolongados contratos a honorarios».

Además, demandan una «implementación regulada del teletrabajo» y acusan «falta de carrera y movilidad funcionaria, entre otros relevantes necesidades».

Los trabajadores que suscriben el comunicados acusan además que desde el pasado gobierno de el ex Presidente Piñera existe una «carencia»  de un reglamento orgánico «acorde a las necesidades del servicio y de la ciudadanía». En ese sentido señalan que el ministro Jaime de Aguirre «ha demostrado desidia» en este ámbito e «incumpliendo a la vez, su compromiso de reestructurar el gabinete ministerial y disminuir su excesiva cantidad de asesores».

En tanto, respecto de la subsecretaria Andrea Gutiérrez, reconocen un disposición y voluntad pero dicen que «no ha sido suficiente ni efectiva». La acusan de «dilatar reiteradamente las respuestas concretas».

A juicio de los trabajadores, existe una «deficiente gestión que afecta al desempeño de la institución», y que esta «devela improvisación» ante las demandas, «estando lejos de una gestión debidamente planificada, coordinada e implementada, especialmente sobre aquellas demandas que refieren a proceso regulares institucionales».

Por último, argumentan que la paralización «busca generar condiciones para el trabajo digno que permita mejorar las políticas públicas en cultura y la ejecución de diferente planes y programas que permiten ejercer el derecho a la cultura».