22 de noviembre 2024

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  • La absurda proposición de poner límite de edad a futbolistas que superan los 23 años se está estudiando aunque parezca ridícula. Está claro que nada es mejor para los jóvenes que crecer con veteranos que los guíen.

Por Gerardo Silva


El artículo número 2 del código del trabajo indica claramente que poner límite a la edad para trabajar constituye discriminación laboral y quien lo hace vulnera el espíritu inconstitucional. A pesar de eso, una vez más la ANFP amenaza con poner tope etario a la Segunda División, misma cosa que sucede en la ANFA con la Tercera y la Tercera B.

A raíz de esta situación, aparece una agrupación de futbolistas que reclama con asesoría profesional sus derechos laborales. Dicen ser no menos de cien los jugadores activos que no podrían ejercer y perderían sus trabajos producto del límite de edad que la administración del fútbol propone en su reglamento y en las bases para el torneo de la Segunda División, temporada 2022.

Los directivos de ambos organismos parecieran estar coludidos. Si es así, están cometiendo un gravísimo error, porque ni siquiera le permiten a cada categoría generar un margen en el rango de edad. Me explico: un futbolista que tiene un excelente nivel en la Tercera División B, quizás hasta siendo campeón y el mejor jugador de la categoría, no puede continuar su carrera profesional, porque en la división inmediatamente superior existe el mismo límite de edad. Ridículo, por decir lo menos.

De acuerdo a este cruel y despiadado escenario, en este afán de querer ofrecer oportunidades y rejuvenecer el fútbol chileno se está jubilando a los futbolistas mayores de 23 años, confiados en que la medida sea “la madre del cordero” para producir mejoras sustantivas que le permitan al jugador adquirir los máximos niveles de competitividad, para promoverlos al mercado internacional.

Desde mi humilde punto de vista técnico, considero que esta es una pésima medida. Que los jugadores jóvenes jueguen entre ellos es solo alargar el proceso formativo del fútbol joven de la ANFP, donde el único referente es el entrenador. Alternar y compartir camarín con jugadores avezados es un plus del que adolecen.

Seamos realistas y convengamos que  el fútbol joven se juega en familia y en un entorno que nada tiene que ver con el profesional. Son partidos sin público, prácticamente sin presión. Así no podemos pretender ser productores de futbolistas.

Hay qué cambiar el escenario y no pretender alargar los procesos con más de lo mismo. Los futbolistas experimentados se encargan de otorgar identidad a los equipos, son los que atraen al público y los encargados de ayudar en el crecimiento integral de los jóvenes. Las grandes figuras de nuestro fútbol fueron compañeros de grandes y experimentados futbolistas que les proporcionaron todo lo que el fútbol joven no les puede entregar.

Las instituciones que pertenecen a la Segunda División equivocan el camino si creen que el objetivo más importante es abaratar costos, porque el grueso de los futbolistas que juegan en la Segunda División son jugadores prestados por las instituciones más importantes del país y ni siquiera pertenecen a sus registros, por lo tanto, estaría trabajando para beneficios económicos de sus prestamistas.

Jugar sin límite de edad es lo que deben acordar los presidentes de los clubes que pertenecen a esta categoría. Los referentes serán sus mejores aliados para el crecimiento futbolístico de los jóvenes que debieran ser de su propia cantera. Con esta medida le estarán ofreciendo a su público, a sus hinchas, un producto de calidad y además estarán invirtiendo en sus propios futbolistas jóvenes.

Hay aclarar que solo en Segunda División se puede apelar por esta medida, dado que pertenece al fútbol profesional. Tanto en la Tercera como en la Tercera B, categorías que pertenecen al fútbol amateur, nada se puede hacer.

Dicen que ahí no se les paga a los futbolistas: otra mentira de nuestro fútbol. Lo cierto es que serán semanas de discusión, tal como la ANFP nos tiene acostumbrados.

Soy un defensor del bueno para el fútbol. Éste debe destacar entre los mejores, por muy joven que sea, y tiene que luchar para destacar en un medio competitivo, tal como lo hicieron Carlos Caszely, el Pato Yáñez, Iván Zamorano, Marcelo Salas. Y, para los más jovencitos, como lo hizo el propio Alexis Sánchez. El fútbol es simple, y debe jugar el mejor. La edad debe ser solo un número.