19 de abril 2024

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Todas las evidencias arqueoastronómicas dan cuenta que los pueblos originarios comparten una profunda conexión con los ciclos de la naturaleza y organizaban su vida social, cultural y arquitectónica en torno a ella.

Con el fin de relevar esta conexión ancestral y el reconocimiento hacia los pueblos originarios, el Congreso despachó la ley que declara el Día Nacional de los Pueblos Indígenas y, este año se celebra este 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de invierno, momento en que el sol alcanza la mayor latitud en el Hemisferio Norte, llamada también “máxima declinación norte”.

Desde tiempos ancestrales los pueblos originarios observaban cómo se producía la noche mas larga y que marca un nuevo ciclo sagrado, donde la vida comenzaría a florecer. Hoy, cada pueblo originario de norte a sur y en el territorio Rapa Nui celebra las bendiciones recibidas y, por ello, es importante reconocer este día en la historia de la nación.

ORIENTACIONES ASTRONÓMICAS Y GEOGRÁFICAS

De acuerdo a diversos estudios, como el del astrónomo y arqueólogo: Patricio Bustamante y Rubén Stehberg, respectivamente, “las orientaciones orográfico-astronómicas de los sitios arqueológicos actualmente conocidos en la cuenca del Mapocho, sumado al registro fotográfico de eventos astronómicos observados desde la cumbre del cerro Huelen (Santa Lucía), proporcionan evidencias para proponer un posible sistema de ceques (lugares sagrados) con centro en la actual Plaza de Armas, antigua Haucaypata”.

“La evidencia arqueoastronómica muestra -además- que la orientación de la actual calle Catedral (cercana a los 83°) marca fechas antes del equinoccio de septiembre, lo que lleva a pensar en la posibilidad que los incas y/o sus representantes buscaran marcar la posición de la luna llena cercana a la fiesta de la Citua Quilla Raymi, inicio de la primavera en el hemisferio sur”. (Estudio Cerro Wangüelen)

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Dichos estudios postulan que “el cerro actualmente denominado Huelen, pudo llamarse originalmente Wangüelen, cuyo significado estaba más bien vinculado a un la observación astronómica”.

El trabajo del arqueólogo Rubén Stehberg autor (junto al historiador Gonzalo Sotomayor) del trabajo Mapocho Incaico recoge además con una mirada interdisciplinaria, el desafío de sistematizar la evidencia arqueológica, etnohistórica, histórica, astronómica y de geografía sagrada con el fin de incorporar e integrar nueva información sobre nuestros orígenes como nación multiétnica y multicultural.