17 de diciembre 2024

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  • Abiertamente superior en el primer tiempo y un tanto menos en el segundo, Unión Española no merecía perder contra Antofagasta y logró el empate en la agonía con una genialidad de Carlos Palacios.

Por JULIO SALVIAT


En la madrugada futbolera se enfrentaban dos equipos de buena campaña que tienen en la mira la participación en la Copa Libertadores, si es que se juega.

Midiendo méritos, al finalizar el primer tiempo Unión Española parecía más cerca del objetivo, aunque el resultado dijera otra cosa. No siempre juega mejor el que anota más goles. Muchas veces la contundencia no está a tono con el nivel. Y éste era uno esos casos: contra siete situaciones de riesgo sin que los rojos aprovecharan alguna, los nortinos le sacaron partido a la única que tuvieron: un exquisito toque de Jason Flores después de recibir un pase profundo y preciso de Ariel Uribe.

El 0-1 parcial parecía un despropósito para la diferencia de recursos y de figuras. Víctor Méndez, que andaba muy perdido en los últimos encuentros volvió a ser un gran distribuidor, los laterales llegaron con llamativa frecuencia y mientras Diego Sánchez se aburría en su arco, su colega Ignacio González se aporreaba a cada rato. La pelota les duraba segundos a los albicelestes y parecía propiedad exclusiva de los rojos,

Cumplidos los diez minutos de juego, cuatro fallas sucesivas de la defensa antofagastina, incluyendo una pifia monumental de Cristián Rojas, fueron dilapidadas por los atacantes locales. Las cuatro o cinco situaciones de gol siguientes derivaron de méritos propios, más que de fallas ajenas. Y si no se concretaron fue por la soberbia actuación de Ignacio González y una dosis de fortuna cuando un cabezazo de Byron Nieto hacia su propio arco terminó con la pelota estrellándose en el vertical.

Algo se equilibró el encuentro en la segunda etapa. Mejoró Antofagasta con el aporte de Gustavo Mencia en la zaga y de Salvador Cordero en el terreno central, pero nunca le alcanzó el juego para complicar a su adversario.

La Unión, aunque ya no fue tan arrolladora, se procuró situaciones para cambiar su suerte. Un par de atajadas notables de González mantuvieron el cero. Pero los nortinos no pudieron atesorarlo, porque la inspiración de Carlos Palacios, cuando el partido ya moría, sirvió para que se hiciera un mínimo de justicia. Después de un par de paredes en pocas baldosas, el renquino pasó entre varios y anotó el gol de la igualdad. A esas alturas los hispanos lamentaban más que nunca la ausencia de su gran goleador, Cristian Palacios, y la de su permanente arregla-situaciones, Misael Dávila.

Los números tal vez sean más certeros que las reflexiones: Unión Española realizó 19 remates, de los que 12 fueron al arco, contra cuatro intentos de su rival, y sólo dos con puntería. Si no fuera por un remate recto inmediatamente después del gol del empate, Diego Sánchez habría terminado el partido sin tocar el balón con sus manos.

PORMENORES

Cancha: Estadio Santa Laura.

Árbitro: Roberto Tobar.

U. ESPAÑOLA (1): Diego Sànchez: Juan Pablo Gómez, Harold Cummings, Agustín Volker (46’, Juan Leguizamón), Luis Pavez M.; Víctor Méndez (57’, Daniel Castro), Carlos Palacios, Felipe Fritz, Ignacio Núñez; Ronald González (87’, Rodrigo González) y Mauro Caballero. DT: Ronald Fuentes.

ANTOFAGASTA (1): Ignacio González; Byron Nieto, Cristián Rojas, Branco Ampuero (40’, Gustavo Mencia, Nicolás Peñailillo; Gonzalo Freitas, Adrián Cuadra, Ariel Uribe (51’, Salvador Cordero), Jason Flores; Edward Bello y Carlos Muñoz. DT: Héctor Tapia.

Goles: 34’, J. Flores (A); 86’, C. Palacios (UE).

Amonestados: Freitas, Felipe Flores(estando en la banca) y Muñoz (A); C. Palacios (UE).

Expulsados: no hubo.