22 de noviembre 2024

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  • Ante la posibilidad de que Novak Djokovic haga un Grand Slam (ganar los cuatro grandes en un mismo año calendario) si se proclama campeón del US Open 2021, hay que recordar la última vez que un tenista varón realizó tal hazaña. Curiosamente su autor, el australiano Rod Laver, tuvo que derrotar a dos chilenos en su camino a la gloria. Una gloria que él ya había disfrutado en 1962 al igual que el norteamericano Donald Budge que lo hizo en 1938.

Por Sergio Ried


Pocos saben que el legendario “Rocket” en camino a su segundo Grand Slam venció a Jaime Pinto Bravo y a Jaime Fillol en ese inolvidable Abierto de Estados Unidos del año 1969. Habían transcurrido seis años desde que la FIT (Federación Internacional deTenis) prohibió la participación en los cuatro majors a los tenistas profesionales y Rod Laver que dominba el tenis mundial, tuvo que esperar hasta 1969, cuando se abrieron las compuertas al profesionalismo (Open era) para repetir su odisea.

Y vaya que fue odisea porque fuera de los más grandes jugadores de la historia, el colorín de Adelaida tuvo que enfrentar a la lluvia que cayó inclemente durante esa primera semana de septiembre, dejando inutilizable el césped de Forest Hills. Laver venía de ganar en la final de Australia al español Andrés Giméno y a sus compatriotas Ken Rosewall en Roland Garros y John Newcombe en Wimbledon, y estaba a un paso de acrecentar su leyenda ganando el US Open. Por eso este torneo es recordado como un hito importante en la historia del tenis.

Una historia que comenzó con el mexicano Luis García, Jaime Pinto Bravo y Jaime Fillol como primeras víctimas de Rod Laver en su ruta a la gloria. Luego el australiano iba a chocar en octavos de final con el local Dennis Ralston, a quien venció en cinco dramáticos sets en un partido en que el público jugó un rol primordial, alentando al local por el hecho de que el dominio del tenis mundial estaba en manos de los australianos.

En cuartos de final se desató la tragedia. Se venía Roy Emerson y junto con él, la lluvia que causó estragos en toda Nueva York. Barrios inundados, ríos desbordados y las canchas de Forest Hills bajo el agua pese a las lonas que las cubrían. Los jugadores tenían que entrenar bajo techo en New Jersey y Laver se encotraba bajo tal presión por el partido ante su amigo y porque su esposa Mary estaba a punto de dar a luz a su hijo Barry en California.

Escuchando discos de Aretha Franklin y José Feliciano, cambiåndoles mil veces los “grips” a sus raquetas, Laver pasaba las horas en el departamento que le facilitó su amigo Charlton Heston en Manhattan. No soportaba estar en una pieza de hotel. Hasta que llegó el partido con Emerson y por fin pudo respirar ganando 4-6 8-6 13-11 (no existia el tie break) y 6-4.

En semis contra Arthur Ashe las cosas tampoco fueron fáciles. Ganó Rod los primeros sets 6-3 y 8-6, pero el tercero hubo de suspenderse por falta de luz con un empate a 12 games. Al día siguiente Laver ganó los dos juegos restantes y pasó a la final contra Tony Roche.

Una final también con historia porque el Court Central de Forest Hills era un barrial. Laver no podía hacer pie y tras perder el primer set pidió permiso al juez para calzarse zapatillas con clavos, algo que no estaba permitido, pero que ante las circunstancias, le fue concedido.

Así pudo ganar Rod Laver el partido y convertirse en el máximo héroe de la historia del tenis.

Ah, y terminado el partido alcanzó a tomar un avión a California y estar presente en el nacimiento de su nuevo hijo Barry.