El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano anuló este martes las sanciones impuestas al sacerdote Felipe Berríos, dejando sin efecto su expulsión de la orden Compañía de Jesús y la restricción para ejercer el ministerio, medida adoptada en abril de 2024.
La decisión fue adoptada tras acoger la apelación presentada por Berríos y responder al procedimiento canónico, concluyendo que no existía una “suficiente certeza moral” sobre las denuncias de delitos de connotación sexual presentadas en su contra.
Pese a la revocación de las sanciones, la Compañía de Jesús comunicó que iniciará un proceso de reparación con las ocho personas denunciante y aplicará medidas disciplinarias sobre el estilo de vida y la actividad apostólica del sacerdote, como una forma de responder al contexto del caso.
La orden religiosa reafirmó su compromiso con la búsqueda de la verdad, la justicia y la protección de niños, niñas, adolescentes y personas en situación de vulnerabilidad, asegurando que cumplirá íntegramente la resolución del Vaticano.
El fallo del DDF se conoce pocos días después de que la Corte de Apelaciones de Santiago ordenara el sobreseimiento definitivo de la causa penal contra Berríos, al determinar que el delito se encontraba prescrito, lo que impedía jurídicamente establecer su responsabilidad penal.
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