Wanderito salió a flote frente a una U que naufraga con el puntero y el colista…

• El equipo porteño sumó la cuarta victoria sucesiva en su fuga del descenso, aprovechando la pobreza futbolística de un equipo azul que reiteró las falencias que le caracterizan durante esta temporada.

Daniel Pérez Pavez

La U pasó en cuatro días de enfrentar al aspirante a campeón y al principal candidato al descenso. En rigor, entre Colo Colo y Wanderers están los dos extremos del fútbol chileno, y el equipo azul dejó la misma imagen deslavada en lo colectivo y la carencia de líderes que puedan rescatarla de su mediocridad futbolística.

Después de sucumbir con estrépito en el Superclásico, la U repitió sus limitaciones frente a un adversario que despegó hace cuatro fechas y ya se anima a soñar con que no descenderá.Este equipo de Valencia no logra plasmar un contenido de juego que le permita superar a adversarios inferiores y, mucho menos, aguantar a adversarios de jararquía superior, como fueron los albos. A ratos, asoma cierto funcionamiento y dinámica, pero a la larga termina confundida en sus movimientos y nadie parece capaz de sacarla del abismo…

El caso del goleador Larrivey es significativo: el argentino que pretende renovar contrato anota con frecuencia, pero parece demasiado desconectado del resto, como si defendiera al “Larrivey Fútbol Club” y no tuviera la influencia indispensable para generar contagio y encabezar la recuperación colectiva que reclaman los hinchas…

El renovado Wanderers representa todo lo contrario de esta U tan deslavada que, incluso, deja el azul para lucir camisetas con tono palo de rosa. Si alguien pensó que el cuadro del Puerto estaba condenando al descenso, aquel prejuicio fue injusto con la fuerza anímica y la capacidad futbolística de un grupo exento de mayores figuras. Wanderito hizo resurgir la alegría de sus hinchas a fuerza de empuje, aplicación, entrega y buena elección de jugadores por parte de Astorga.

Es cierto que el retorno de Rony Fernández suma un liderazgo que impone la experiencia, pero en definitiva la clave de su recuperación está en la buena organización de juego que le otorgó Emiliano Astorga, doce puntos en cuatro fechas reflejan ese “milagro” que logran los entrenadores de largo recorrido…

En definitiva, que el local se pusiera 2-1 sobre la U demuestra la falta de jararquía de los azules, incapaces de aguantar la presión de los porteños y siempre reactivos al predominio que establece el rival de turno. Los goles porteños le pusieron cifras reales a su superioridad en varios aspectos: dinámica, posesión y especialmente actitud en la cancha.

En el segundo tiempo el descuento de Larrivey no cambió demasiado el trámite del partido. Wanderers copó espacios para mantener el control del dominio y los cambios de la U, además, desnudaron las dificultades que asoman en este equipo desorientado: Espinoza y Aránguiz entraron a ganar de “guapos” y en esa lucha final terminó expulsado Morales como expresión del descontrol y confusión que tienen a la U a la deriva, mientras Wanderes sale a flote cuando todos apostaban por su naufragio…

PORMENORES

Estadio Elías Figueroa. Árbitro: Felipe González.

Santiago Wanderers (2): Mauricio Viana; José Manuel Aja, Luis García, Víctor Espinoza; Damián Arce (Joaquín Pereyra, 63′), Matías Marín (Gabriel Rojas, 83′), Martín Villarroel, Felipe Alvarado (Facundo Kidd, 74′); Néstor Canelón (Willian Gama, 63′); Ronnie Fernández, Aldrix Jara (Paolo Guajardo, 63′). DT: Emiliano Astorga.

Universidad de Chile (1): Fernando De Paul; Yonathan Andía, Osvaldo González, Ramón Arias, Marcelo Morales; Camilo Moya (Gonzalo Espinoza, 71′), Sebastián Galani; Marcelo Cañete; Franco Lobos (Nahuel Luján, 78′), Joaquín Larrivey, Junior Fernandes (Pablo Aránguiz, 71′). DT: Esteban Valencia.

GOLES. 10′ Fernández de penal, 24′ Marín, 50′ Larrivey.

Expulsado: 88′ Morales U de Chile. Fernández perdió un penal.