7 de diciembre 2024

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El “Cacique”, que prácticamente había definido la llave en el encuentro de ida, volvió a imponerse a Unión Española por 3-2 y un global de 7-2. Solari, con dos tantos, recuperó la senda de esos goles que el cuadro popular había perdido en sus últimos compromisos.

Por EDUARDO BRUNA de El Ágora.

Si había un partido con escasa incógnita, era este. El 4-0 de Colo Colo sobre Unión Española, en la ida, había zanjado prácticamente esta llave de semifinales de Copa Chile. Y más allá del empeño del elenco hispano, que no hizo un mal partido de acuerdo a su realidad y sus circunstancias, el “Cacique” volvió a imponerse, esta vez en el Santa Laura, con un 3-2 que dejó un marcador global de 7-2 que por cierto no admite mayor discusión.

Unión Española dependía de un verdadero milagro para transformarse en el rival de Everton en el partido final y hasta el técnico albo, Gustavo Quinteros, lo entendió así, presentando una formación con varios elementos jóvenes que en el Campeonato Nacional no tienen muchas oportunidades de actuar. A los titulares que dejó esta vez en la banca, había que sumar a Morales y Costa, preocupados por estas horas de los compromisos de sus respectivas selecciones.

El cuadro hispano, por las mismas circunstancias, afrontó el partido prácticamente liberado de la obligación de clasificar y entendió que el lapidario marcador en el Monumental era irremontable. Eso le permitió plantear un juego de igual a igual, sin las precauciones defensivas que seguramente habría adoptado en un duelo de distintas características. Y si bien eso le sirvió para procurarse varias cargas sobre el arco albo, también lo exponía a un contragolpe que Colo Colo podía aprovechar.

Que Unión Española abriera incluso la cuenta, mediante un penal servido por Palacios, naturalmente entusiasmó al elenco hispano, dispuesto a caer con la bandera al tope. Pero eso terminó pagándolo caro frente a un Colo Colo que contó con todos esos espacios que en los partidos precedentes habían escaseado, primero frente a Unión La Calera y luego ante Cobresal.

Fue Solari quien, finiquitando dos contras, le devolvió a Colo Colo un gol que se estaba echando de menos. Primero, con un zurdazo desde fuera del área que agarró la comba justa para alejarse de Pinto, y luego recibiendo otra vez de Jara para entrar absolutamente destapado por el centro y rematar dejando al meta hispano a mitad de camino.

El gol de Bolados, ya en la segunda etapa, resultaba ciertamente lapidario. Ya no digamos para aspirar a un vuelco tan increíble como lejano, sino incluso para pensar en ganar el partido para por lo menos hacerse respetar como dueño de casa.

Los cambios que introdujeron tanto Gustavo Quinteros como César Bravo, los técnicos, hay que entenderlos más como una dosificación de jugadores que intentos por cambiar un destino ya escrito de antemano. Cambios que, además y como siempre, terminan desvirtuando cualquier espectáculo, al punto de hacer pensar si, a estas alturas de la pandemia, siguen justificándose las cinco modificaciones por equipo en lugar de las tres habituales.

PORMENORES

Partido de revancha, por semifinal de Copa Chile.

Estadio: Santa Laura.

Público: 794 espectadores.

Arbitro: Héctor Jona.

UNION ESPAÑOLA (2): Pinto; Magnasco, Villagra, T. Galdámes, Jorquera (54’ Mansilla); Lemmo (54’ Acevedo), Pavez, Méndes (68’ Farfán); Palacios (68’ Conelli), Rubio, Yáñez (71’ Norambuena).

COLO COLO (3): Cortés; B. Gutiérrez, Falcón (46’ Amor), D. Gutiérrez, Suazo; Soto, Fuentes (60’ Pizarro), Jara; Solari (60’ Gil), Parraguez (71’ Arriagada) y Cruz (60’ Bolados).

GOLES: Para Unión Española, Palacios (penal), a los 39’ y Norambuena a los 90+4’; para Colo Colo,, Solari a los 43 y 45+1’ y Bolados a los 66’.

Tarjetas amarillas: en Unión Española, Pinto, T. Galdámes, Pavez y Diego Sánchez (en el banco); en Colo Colo, Cortés, Falcón y Cruz.