6 de diciembre 2024

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El “Cacique” no sólo jugó mal, sino que hasta ahora no ha podido sacarle lustre a su condición de líder. La derrota por la cuenta mínima fue tan inapelable que ni un penal en el minuto 90 sirvió para evitarla. El desastre futbolístico fue tan grande que hasta el “Colorado” Gil cumplió un partido para el olvido.

Por EDUARDO BRUNA de El Ágora. / Foto ANDRÉS PIÑA – PHOTOSPORT

Colo Colo vivió una tarde de pesadilla. No sólo cayó 0-1 frente a Cobresal, sino que jugó mal, a ratos incluso muy mal, y hasta desperdició un penal que, en el minuto 90, le habría significado al menos una paridad que le habría permitido prolongar su invicto de diez fechas en el Campeonato Nacional.

Fue Morales, el goleador albo como producto fundamentalmente de este tipo de disparos desde los doce pasos, quien falló ante Requena, optando por colocarla en lugar de disparar a matar, como dictan los manuales. Fue la guinda de la torta para este Colo Colo al que el liderato le está quedando grande. Porque si ya a mitad de semana había sufrido para rescatar un empate frente a Unión La Calera, esta vez desnudó su impotencia ante un equipo que, como tantos, llegó al Monumental a sostener el cero a cero y a ver si más adelante la suerte –o un error o un acierto- le permitía dar el golpe a la cátedra.

Y Cobresal lo dio con todos los merecimientos. Simplemente porque mostró un fondo sin fisuras y con una gran aplicación para neutralizar a un equipo que, como todo en el fútbol chileno, estaba siendo muy sobre valorado. Para decirlo pronto: Colo Colo llegó a lo más alto de la tabla no porque sea el mejor, sino porque, hasta aquí, ha sido el menos malo de todos.

El “Cacique” tuvo demasiados puntos bajos como para haber aspirado a algo más que la derrota que cosechó. Que Morales sea un goleador de cartón a estas alturas no puede sorprender a nadie, excepto a los abundantes panegiristas que tiene en los medios de comunicación, y que hasta lograron que fuera llamado a La Roja para esta fecha triple por las Clasificatorias. Lo de Costa, tampoco, porque debe ser uno de los jugadores más enredados y “cucarros” del medio nacional. Sólo exhibe aciertos a cuentagotas que, en medio de lo generosos que suelen ser nuestros analistas, le sirve para ser destacado como “figura” en más de una oportunidad.

Pero que el “Colorado” Gil ande nublado, y falle reiteradamente en los pases, ya es para que Quinteros se llene de preocupación. Esta vez el volante hizo uno de sus partidos más bajos, y si a ello sumamos que Cruz se antoja muy livianito, y que a Solari se le ha ido olvidando jugar, para el “Cacique” el panorama no podía ser para nada alentador.

Colo Colo cumplió una primera etapa pobrísima. Con punteros que no desbordan y pelotas aéreas que cruzan sin que Morales cace una ni de casualidad, el bloque posterior “minero” no vivió zozobras. Por lógica consecuencia, el meta Requena sólo tuvo que exigirse ante un remate de Costa desde fuera del área que se le colaba en un ángulo.

Con más ímpetu que fútbol, con más ganas que claridad e ideas, Colo Colo metió en su arco a Cobresal comenzado el segundo tiempo. El problema es que casi nunca se procuró oportunidades claras, excepto un centro de Albornoz que sorprendió solo a Jara y este desvió su cabezazo de manera increíble, y un remate de Gil que, tras pegar en el travesaño, picó sobre la línea cuando Requena ya estaba batido.

El problema es que, atacando a ciegas, Colo Colo quedaba desprotegido. El fondo albo ya había vivido un sofocón de esos en la primera etapa, cuando tras veloz contragolpe Donoso no llegó a empalmar el centro de Reynero y por detrás apareció Hurtado, para elevarla.

El gol “minero” llegó, sin embargo, tras una jugada que, a primera vista, no entrañaba mayor peligro. Porque Pizarro parecía despojar del balón a Cárdenas y, sin embargo, este ganó la disputa para meter el centro atrás que Pol empalmó en el área chica.

Fue en esos minutos cuando la impotencia alba quedó completamente al desnudo. Sin espacios para filtrar pases, los desbordes escaseaban. Se optó entonces por elevarla, sólo que Colo Colo carece absolutamente de cabeceadores ofensivamente hablando. Y cómo tampoco existe mucha habilidad ni técnica, intentar el mano a mano suele ser una aventura sin destino y el concretar una pared un sueño delirante. La mayoría, empezando por Morales, suelen devolver un ladrillo.

La última ilusión alba por evitar una nueva derrota en su reducto se diluyó en ese lanzamiento penal sobre la hora. Es más: en un contragolpe, Gaete desperdició de manera increíble ante Cortés y el eventual 2-0 no podría haber sorprendido a nadie.

Muchos motivos no tiene Quinteros para estar tranquilo. A su equipo claramente le cuesta un mundo mandar en su cancha, sencillamente porque muchos recursos ofensivos no tiene para vulnerar defensas pobladas y aplicadas. La tempranera partida de Martín Rodríguez recién se está sintiendo, porque los demás son absolutamente previsibles.

PORMENORES

Campeonato Nacional. Partido válido por la fecha 19.

Estadio: Monumental.

Público: 5 mil personas, aproximadamente.

Arbitro: Cristián Garay.

COLO COLO (0): Cortés; Opazo, Falcón, Amor, Albornoz (74’ Suazo); Gil, Pizarro (74’ Bolados), Costa; Solari (78’ Parraguez), Morales, Cruz (46’ Jara).

COBRESAL (1): Requena; Cárdenas, Silva, González, Ayala; Reynero (65’ Gaete), Mesías (85’ Valdés), Farías, Hurtado (85’ Pardo); Donoso (65’ Pol) y Salinas (65’ Ragusa).

GOL: Paul, para Cobresal, a los 72’.

Tarjetas amarillas: en Colo Colo, Falcón y Cortés; en Cobresal, Farías y Hurtado.

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