Ubicada en pleno desierto de Atacama en la Región de Antofagasta, la planta solar de Quillagua está en el núcleo habitado más seco del mundo.
Allí reside la comunidad Aymara de Quillagua, quienes contaban con un sistema eléctrico aislado del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el cual se mantenía un suministro parcial alrededor de 11 horas al día, por medio de dos grupos electrógenos en base a combustible diésel, de 150 y 165 kVA respectivamente. El lugar disponía de una red de distribución para alimentar el poblado y conectar a 109 viviendas e instalaciones públicas de manera intermitente.
Además, el Ministerio de Bienes Nacionales entregó la concesión de un terreno para la instalación de un museo que va a permitir la preservación y la difusión del legado de la comunidad y su historia.
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