29 de marzo 2024

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  • Luego de repasar las negativas campañas de 1945 y 2009 (leer Parte 1), a continuación nos centraremos en los malos números albos en 2013 y en algunas reflexiones del increíble presente del equipo más popular del país: “Me crié en una población, sin ser hincha de este equipo y me impresionó, en Navidad, la cantidad de niños que salían en Nochebuena a lucir su camiseta, short y medias de Colo Colo. Era la ocasión del año en que la pichanga se extendía hasta las tres de la mañana. Y los niños se acostaban equipados”.

Por PATRICIO VARGAS QUEVEDO


El Torneo de Transición 2013 (que ganaría Unión Española por diferencia de goles), partió mal para Colo Colo, siendo goleado por Cobreloa cinco a dos, en Calama. Perdería, además, los clásicos con la U y con la Católica. Hugo González y Gustavo Benítez serían los directores técnicos durante ese campeonato.

Las notas periodísticas fueron abundantes en ese torneo sobre igualar la racha de 2009 y ser una de las peores de la gloriosa historia alba. La campaña terminaría con seis victorias, tres empates y ocho derrotas. En un equipo sin figuras excluyentes, Eduardo Lobos, Cristián Vilches, el Chapa Fuenzalida, Carlos Muñoz y Luis Mena serían los jugadores más regulares.

El arranque del Torneo de Transición 2013. Goleada en contra frente a Cobreloa.

Curiosamente, el inicio del torneo siguiente sería aún más crítico. Junto con la salida de Gustavo Benítez luego de seis meses, se discutió el no poder encontrar un reemplazo para Carlos Muñoz (quien partió a Medio Oriente) y no tener una dirigencia capaz de contratar a grandes refuerzos más allá de Justo Villar. Fue tema que la U le haya ganado el quién vive con el paraguayo Juan Rodrigo Rojas y Patricio Rubio. La llegada de Héctor Tapia enmendaría el rumbo.

Pero nada se compara con este año. Hasta ahora es el equipo con menos victorias (cinco) y uno de los tres clubes que tiene más derrotas (doce). Las posibilidades de salvarse están ahí. Pero el abismo también.

Fuera de la cancha tenemos una nefasta administración, con un tipo de dirigencia indescifrable, casi esquizoide, que pasa de la mano dura a la permisividad total. Clave resultó el tiempo perdido luego de acogerse a la ley de (des)protección del empleo implementada por el gobierno en pandemia. Semanas de trabajo perdido que han sido irrecuperables, y que se suman a la poca claridad entre las funciones de Harold Mayne Nicholls y el recién renunciado Marcelo Espina. La guerra civil existente en el directorio tiene en este momento a Aníbal Mosa, un dirigente-hincha-amigo, administrando la más profunda crisis deportiva del club. Ha prometido que el equipo no va a descender. Dentro de la cancha, la tormenta perfecta: confusión en la dirección técnica (tres DTs: Salas, Jara, Quinteros), lesiones, cabroneríos, miedo escénico. Partidos completos sin pegarle al arco. Hasta mala suerte.

Esteban Paredes y el presidente del Sifup, Gamadiel García, en una de las tantas reuniones con la dirigencia de Colo Colo.

No dejo de pensar que más de la mitad de la población de Chile es hincha de Colo Colo y que, durante toda su historia, ha representado al sentir popular, al Bajo Pueblo, y que muchas veces la única alegría que tenía era un triunfo de su equipo. Pienso en todos los niños y niñas que sueñan con vestir esa camiseta.

Me crié en una población, sin ser hincha de este equipo y siempre me impresionó, en Navidad, la cantidad de niños que salían en Nochebuena a lucir su camiseta, short y medias de Colo Colo. Era la ocasión del año en que la pichanga se extendía hasta las tres de la mañana. Y los niños se acostaban equipados. Ni hablar cuando Daniel Morón impuso el amarillo en la camiseta de arquero. Pienso en este terrible 2020 y en millones de personas que podrían haber tenido la única alegría con los triunfos de su equipo. Y no la han tenido. Para ellos, el descenso sería una tragedia.

La situación es similar a la de Santiago Nasar, el protagonista de la novela de Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada. Pero Colo Colo no camina con la prestancia ni la belleza de siempre, ni midiendo sus pasos. Lo único que sabe, es que lo han matado.

Campaña de Colo Colo en el Torneo de Apertura 2009: