La joven selección hispana se desplegó con calidad y desparpajo, goleó 7-0 a Costa Rica y anunció que su ambición de repetir el título de Sudáfrica 2010 no es un despropósito.
Por JOSÉ ROGGERO / Fotos: FIFA
No le son ajenas las goleadas a favor a los talentosos chavales de Luis Enrique.
En noviembre de 2020, por la Liga de las Naciones, ya le había endosado un 6-0 humillante a Alemania, justamente su próximo rival en este mundial.
Fue el hito que hizo creer a las jóvenes promesas que el discurso de su técnico podía dar resultados. Que su afán de resucitar con la camiseta nacional el excelso juego del mejor Barcelona de la historia tenía asidero. En adelante, la confianza creció al tope y nadie se inquietó por los continuos borrones de ilustres veteranos en las nóminas.
Así llegó España a Qatar. Plena de fe.
Y este miércoles la plasmó del mejor modo. Fue 7-0 ante una Costa Rica que suele pasar con decoro por los mundiales. Esta vez no pudo. Ni siquiera tocar la pelota. En ningún sector de la cancha, porque hasta abajo del pórtico su ilustre portero Keylor Navas no agarró una.
En el debut dio la impresión de que a esta España incluso podría sobrarle los últimos vestigios de su pasada gloria, como Busquets, Azpilicueta y Jordi Alba. Porque su juego de toque, soltura, desenfado y profundidad lo sustentan dos chicos que ni siquiera llegan a los 20 años. Son Pedri y Gavi, las nuevas joyas del Barcelona, que lo tienen todo para estar a la altura de esos gloriosos antecesores que fueron Xavi e Iniesta. Y a ellos los acompañan otros jóvenes como Dani Olmo y Ferrán Torres, que se lucieron en el ataque, y otros que saltaron desde la banca, como Alejandro Baldé, Carlos Soler y Nico Williams, para mantener el juego audaz hasta el minuto final.
Dani Olmo a los 11’, Marco Asensio a los 21’, Ferrán Torres a los 31’ y 54’, Gavi a los 74’, Soler a los 90’ y Morata a los 90+2’ fueron los goleadores. Ellos concretaron las múltiples ocasiones de gol creadas por un juego tan simple como profundo, tan lúcido como ingenioso. Fue un revival del Barcelona cuatro veces campeón europeo entre 2006 y 2015. Balón al pie e incesantes filtraciones ofensivas para acercarse al área costarricense, sector en el que la habilidad hizo el resto.
Los hispanos tienen ahora la mejor opción para salir primeros en el Grupo E y enfrentar en octavos de final al segundo del Grupo F, donde se baten Bélgica, Croacia, Marruecos y Canadá. Su próximo duelo será el domingo 27 ante una desconcertada y abatida Alemania, que perdió 2-1 con Japón. Los de Luis Enrique llegarán muy seguros de sí mismos. Por la goleada ante los ticos y por esa otra, la del 2020, ante los teutones. Si ganan, estarán clasificados y habrán eliminado al que parecía su rival más enconado. Si empatan, igual quedarán con la mejor opción para ser primeros, porque su último encuentro, ante Japón, deberían abrocharlo como no supo hacerlo Alemania.
España ya da que hablar. Por el bien del fútbol, es de esperar que llegue lo más alto posible.
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