3 de mayo 2024

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  • Para intentar revertir este magro panorama, el 14 de junio asumió como director ejecutivo de la Corporación Santiago 2023 el conocido dirigente del fútbol, el periodista Harold Mayne-Nicholls

Por Pedro Lira Bianchi de Revista El Ágora


“El río lleva mucha agua, que necesita y debe contenerse; aparecen fugas por doquier, que asemejan islas; hay que unirlas, pero no hay maderos robustos y suficientes”. 

El texto inicial es una conversación alegórica en tuit entre amigos. Es acerca de lo que está sucediendo con la fase previa a la inauguración el 20 de octubre de los Juegos Panamericanos, y el 17 de noviembre de los Juegos Parapanamericanos, a realizarse en Chile.

En marzo de este año, sobre las falencias y debilidades de la Corporación Santiago 2023, El Ágora escribió: “Entre muchos rasgos, han primado (en la Corporación) personalismos, negligencia,  desinformación interna y externa, amigismos, inexperiencia en la designación de cargos, islas por sobre puentes de cooperación, falta de transparencia, desconocimiento de materias técnicas en licitaciones y asignaciones directas por sobre licitaciones en tiempo y pulcritud”.

CUATRO GERENTES EN SEIS AÑOS

Para intentar revertir este magro panorama, el 14 de junio asumió como director ejecutivo de la Corporación Santiago 2023 el conocido dirigente del fútbol, el periodista Harold Mayne-Nicholls. Es el cuarto gerente (CEO) de la institución que con un 98 por ciento de recursos públicos está desde inicios del 2019 organizando el evento multideportivo más relevante en calidad y tamaño de la historia del deporte nacional.

Ante la imagen y preocupación que pueda tener la ciudadanía frente a los hechos que ocurren en la Corporación Santiago 2023, Mayne-Nicholls es práctico: “Es muy difícil que una organización que ha tenido cuatro directores ejecutivos en seis años tenga una buen imagen”, declaró a La Tercera el 17 de junio, añadiendo que él está “recabando toda la información posible para hacerme la película completa”, reconociendo en paralelo al mismo medio que “encontró un tema financiero complejo”.

Dos días antes, el 15 de junio, el director nacional del Instituto Nacional de Deportes (IND), Israel Castro, precisó a El Mercurio que lo que está sucediendo con las rendiciones de las platas públicas “no es una anormalidad tan importante”, agregando que el IND “no ha hecho observaciones (a la Corporación) por malversación de fondos ni delito alguno”.

Mientras Harold Mayne-Nicholls realizaba un viaje al extranjero antes de asumir su cargo, al menos se realizaron dos reuniones entre autoridades del Ministerio del Deporte (MINDEP), IND y la Corporación Santiago 2023. Una fue el 7 de junio, tomando parte, entre otros, la subsecretaria del deporte Antonia Illanes, el director nacional del IND, Israel Castro, el asesor económico de la Corporación, Sergio Granados (ex jefe de Presupuesto del Ministerio de Hacienda) y Claudio Olmedo, uno de los asesores de más confianza de Mayne-Nichols. Olmedo se llevó la impresión de que los problemas financieros y de rendición eran mucho más profundos que traducir una factura del japonés u otro idioma al castellano, como se ha pretendido explicar públicamente. 

TRANSPARENTAR LAS ACTAS

En el intertanto, el presidente del Comité Olímpico de Chile (COCH), Miguel Angel Mujica, en una  entrevista del domingo 18 en El Mercurio, declaró que lo más importante hoy es que se hagan las rendiciones, que mejore la gestión del día a día y que es necesario se publiquen las actas del Directorio de la Corporación para que se conozca la trayectoria que ha tenido esta entidad desde sus inicios. Requerido por la razón de que no se hayan publicado las actas, Mujica respondió que en la votación del Directorio hubo siete votos en contra y dos a favor, siendo del COCH los votos de minoría.

Con este contexto, no puede extrañar la determinación unánime de la Sala Plenaria de la Cámara de Diputados del martes 20 de junio. Recordemos que desde el 18 de abril de este año, la Comisión de Deportes de la Cámara había solicitado la creación de una Comisión Investigadora (CEI), la que recién se decidió funcione a partir de los próximos días y la que es posible sea presidida por la diputada y ex atleta Erika Olivera.  

Esta instancia tendrá la responsabilidad de recabar los antecedentes involucrados desde el 2018 hasta el 2023 que han llevado a que la Corporación Santiago 2023 esté viviendo momentos difíciles producto de una deficiente gestión que se ha hecho pública, al menos, desde diciembre del 2021, cuando este medio y otros pocos, comenzaron a publicar noticias nunca reconocidas, pero tampoco negadas, acerca de múltiples temas. 

Los temas que comenzaron a aparecer en alguna prensa fueron los atrasos en obras, aumento inexplicable de presupuestos, licitaciones decididas con amaño, favoritismos para determinar cargos en la Corporación 2023, altísimos sueldos de la plana ejecutiva y un historial no menor de dineros públicos sin rendir que ha implicado, además de una crítica imagen de la ciudadanía, el que el Estado, mediante el IND, haya cesado de entregar recursos fiscales a la Corporación Santiago 2023 desde el 15 de abril, momento desde el cual han transcurrido 69 días.

PLAZOS PARA RENDIR Y MALVERSACIÓN DE FONDOS

Cuando estalló el tema de las rendiciones a mediados de abril, algunas autoridades bajaron el perfil del problema. Desde la Corporación 2023 responsabilizaron sin escrúpulos a la Contraloría por no estar disponible la plataforma para subir información, acusación desmentida por el órgano contralor; ésta, a su vez, en el Informe N° 151, responsabilizó al IND por no haber realizado en tiempo y forma las fiscalizaciones pertinentes; desde PanamSports, su presidente decía que conversando se podrían hallar caminos de solución. 

Hoy, frente a la potencial falta de caja para la Corporación en agosto próximo, el director del IND declaró el 15 de junio que para destrabar los $ 90.000 mil millones de pesos que se requieren para terminar de financiar los Juegos, la Corporación 2023 tiene plazos. El primero, a fines de junio, para rendir $ 8.758 millones; el segundo, para agosto, rindiendo otros $ 4.000 millones. ¿Se podrá lograr?

Con el fin de cumplir esos propósitos, la Corporación tendrá que documentar para comprobar temas complejos, no superficiales. Algunos de los problemas más graves que ha habido con la rendición de los $ 49.978 millones de pesos entregados por el Estado a la Corporación en 2022 es lo que se denomina el “descuadre” de los recursos y la “no devolución” de éstos cuando no han sido gastados. 

En palabras sencillas, ese monto total de platas estaba planificado y suscrito en el convenio de traspaso del 2022 entre el IND y la Corporación. El documento refiere a que la plata tenía que gastarse en 10 ítemes y cada ítem tenía un monto estipulado. El resultado del proceso fue que de los 10 temas, en cuatro se gastó más de lo convenido, sacando recursos de otras materias para poder pagar. Eso, cuando se trata de platas fiscales, es un desvío de fondos, lo que se denomina en jerga pública como “malversación de fondos”.

¿Cuáles fueron los temas en que hubo “descuadre” y desvíos de platas? Primero, en el ítem denominado ‘Derecho de Medios y Comercial’, gastándose en él $ 4.420 millones más de lo debido; segundo, en ‘Implementación Deportiva’, en que se gastaron $ 994 millones de más; tercero, en ‘Administración y Operaciones’, en que se gastaron $ 555 millones extras; cuarto, en ‘Personal’, en que se gastaron $ 120 mil pesos más de lo presupuestado.  En total, entonces, en el presupuesto de la Corporación Juegos Panamericanos y Parapanamericanos del año pasado, hubo un descuadre total $ 5.970 millones de pesos.

JUEGOS DE IRREGULARIDADES

En cuanto la “no devolución” de recursos no usados en el 2022 por la Corporación, de los MM$ 49.978.285 (cuarenta y nueve mil novecientos setenta y ocho millones de pesos y fracción), se indica que al 28 de febrero de 2023 faltaban por gastar cerca de MM$ 13.000 (trece mil millones de pesos) del presupuesto del 2022. 

Las autoridades de Finanzas de la Corporación no entendieron o no quisieron comprender que tenían como plazo para gastar las platas del 2022 hasta el 28 de febrero. Lo cuestionable, por tanto,  fue no haber devuelto los recursos no usados y, peor todavía, haber seguido gastando platas públicas entre el 28 de febrero y el 14 de abril.

En ese “juego de irregularidades”, puesto en práctica por personas no expertas en la materia o irresponsables, al menos se cometieron cinco tipos de errores, simples y, al mismo tiempo, garrafales. Veamos:

Primero, firmar y entregar cheques a empresas y entidades, nacionales y extranjeras, sin haber enviado las órdenes de compra y sin haber recibido antes las facturas correspondientes. 

Segundo, haber hecho pagos por adelantado a proveedores sin haber recibido los documentos de garantía que debieron exigirse.

Tercero, se cambiaron pesos chilenos para adquirir varios millones de dólares, creyendo la Corporación que este cambio de monedas era imputable a un gasto, cuestión que no es admisible cuando se trata de platas públicas. 

Cuarto, en el contexto de que Panam Sport, “propietario” del evento Panamericano, cobra US$ 20 millones de dólares como derecho de propiedad al ente organizador, la Corporación pagó una de las cuotas del 2022 en forma correcta, pero cometió un error al pagar la cuota del 2023 con recursos del año previo.

Quinto, la Corporación le traspasó recursos a PanamSports para que ésta organización pagara el servicio a la empresa o empresas que tendrán la responsabilidad de entregar los insumos de alimentos a los caballares de los países que tomen parte en las pruebas ecuestres de los Juegos Panamericanos 2023, hecho que no le compete realizar al organismo americano del deporte.

Ante este conjunto de hechos, lo que se requiere es enfrentar el problema con seriedad y con un equipo multidisciplinario de profesionales de larga experiencia en la materia. La solución no es para nada sencilla. Como ha afirmado el director del IND, hay que rendir bien y pronto para desbloquear los dineros, pero si se hace capacitando ahora a quienes han estado involucrados en el problema, será más complejo lograr las metas y plazos.