- La Selección tuvo una presentación digna ante Brasil, incluso comenzó ganando al minuto de juego, pero terminó perdiendo en los instantes finales, lo que la deja -al cabo del cierre de la primera rueda eliminatoria- muy lejos del sueño de llegar al próximo Mundial
Por Sergio Gilbert J de Diario El Ágora
Todo parece estar predestinado. Puede que sea una extraña y dolorosa conjunción de los astros o, simplemente, la evidencia a modo drástico de todo lo malo que se ha hecho (o no se ha hecho) en los últimos años.
Sea lo que sea, el hecho indesmentible es que la Roja hoy, tras acabar la primera rueda de las eliminatorias sudamericanas, está lejos, muy lejos de pensar en clasificar al próximo Mundial, aun cuando hasta siete de 10 participantes finalmente estarán en la cita de 2026 a jugarse en Canadá, México y Estados Unidos.
Sí, es verdad.
Este jueves, ante Brasil en el Estadio Nacional, el equipo dirigido por Ricardo Gareca al menos pudo mejorar un poco la cara tras su ignominiosa derrota ante Bolivia en la fecha pasada y hasta incluso merecer al menos un punto.
También que, dentro de las inexplicables nominaciones del DT nacional, esta vez hubo algunas buenas noticias, como el crecimiento de Darío Osorio, el buen debut de Lucas Cepeda y Marcelo Morales (al menos, antes de tanto de Luiz Henrique) y la titularidad se supone que desde ahora más sostenida del arquero Bryan Cortés.
Sin embargo, todo eso no alcanzó para ilusionar siquiera un poquito porque, a la larga, Chile siguió demostrando tres grandes falencias que un equipo que aspira a ir a una Copa del Mundo no puede darse el lujo de exhibir: escaso compromiso con una idea de juego (si es que la hay), poca capacidad para mantener en alto y por pasajes largos su eventual control de juego, y un bajo nivel de concentración en los últimos minutos de cada tiempo de partido.
Chile, en esos momentos, y tal como quedó refrendado ante un discreto y pálido remedo de Brasil, no tiene herramientas a las cuales recurrir en los momentos clave. Si llega al arco contrario, es escasa su capacidad de resolución, y si lo atacan, muestra debilidades que parecen ser, más que incapacidad, temor.
La Roja no está para celebrar ni tampoco está para jugarle fichas.
Está para lo que estuvo ante Brasil: para ser feliz por un rato, pero igual terminar llorando…
PORMENORES
Clasificatorias Sudamericanas, fecha 9.
Estadio: Nacional.
Público: 38 mil espectadores, aproximadamente.
Árbitro: Darío Herrera (Argentina).
Chile (1): B. Cortés; F. Loyola, G. Maripán, B. Kuscevic, T. Galdames; R. Echeverría, E. Pavez; D. Osorio, D. Valdés, V. Dávila; E. Vargas. DT: Ricardo Gareca. Cambios: 57’, L. Cepeda por Dávila; 64’, M. Morales por Galdames; 74’, W. Alarcón por Pavez, C. Palacios por Valdés y G. Tapia por Vargas.
Brasil (2): Ederson: Danilo, Marquinhos, G.. Magalhaes, Abner; Lucas Paquetá, André; Savinho, Rodrygo, Raphinha; Igor Jesús. DT: Dorival Junior. Cambios: 46’, Gerson por Lucas Paquetá y B. Gimaraes por André; 68’, Luiz Henrique por Savinho, 76’, Endrick por Igor Jesús; 85’, G. Martinelli por Abner.
Goles: 1’, Eduardo Vargas, de cabeza (CH); 45’, Igor Jesús, de cabeza (BR); 88’, Luiz Henrique (BR).
Tarjetas amarillas: Galdames, Pavez y Loyola (CH); Lucas Paquetá y Danilo (BR).
Vea un resumen del partido:
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