- Abrió la cuenta, pero ni eso, ni tener en ese momento un jugador de más en la cancha, le dieron el temple y la tranquilidad para asegurar una victoria que era salvadora y ponía fin a la pesadilla del descenso. El 1-1 final, y la forma cómo se produjo, parecen indicar que el golpe sufrido es demasiado devastador como para que este equipo, que además es discretísimo, pueda recuperarse anímicamente y salve la categoría enfrentando a la Universidad de Concepción.
Por EDUARDO BRUNA / Foto Agencia UNO
Lo ocurrido con Colo Colo en Rancagua fue el penúltimo capítulo de una interminable pesadilla. Cuando ya no quedaba nada, y el cuadro albo atesoraba acaso excesivamente una más que exigua ventaja, su mejor defensor, su estandarte y su figura -Maximiliano Falcón- en su desesperación por neutralizar al “Pájaro” Gutiérrez, cometió el penal que Alarcón transformó en gol pateando fuerte y al centro del arco, mientras Cortés se jugaba hacia su izquierda. El 1-1 en el Estadio El Teniente de Rancagua condenaba al “Cacique” a jugar un partido definitorio frente a la Universidad de Concepción para mantener la categoria, porque de acuerdo a los otros resultados producidos en la jornada ni el punto lo salvaba.
Aparte de jugar mal, de tener varios jugadores malitos y algunos derechamente inexistentes, este Colo Colo parece estar condenado. No sólo porque dejó ir una vez más una oportunidad preciosa para haberse salvado, sino porque arrastra sobre sí la pesada mochila de un infortunio que también lo ha acompañado durante todo el año. ¿A qué equipo que no esté condenado le pasa lo que le pasó a Colo Colo en esos segundos finales? Que Matías Fernández, receptor de un balón fácil en el centro del campo, resbale y deje la pelota mansamente en los pies de un jugador de O´Higgins, y luego él mismo no pueda alejar el peligro, facilitando de ese modo la continuación de la carga celeste, está indicando que los errores y pecados cometidos durante todo un año de espanto tienen que en algún momento ser pagados.
Y tal parece que Colo Colo los pagará muy caro con miras a ese encuentro definitorio, porque es lógico pensar que el empate de El Teniente fue un mazazo, un golpe devastador del cual estos jugadores no podrán recuperarse, porque tampoco parecen tener carácter y temple para afrontar un compromiso de ese calibre.
De partida, Quinteros no podrá contar con Bolados, que vio la tarjeta roja directa luego que el VAR le advirtiera a Tobar que la entrada sobre Cereceda merecía la expulsión inmediata, obviando la amarilla exhibida en un primer momento. ¿Qué hace ahora el técnico albo para levantar anímicamente a un plantel destruido y diezmado además tempranamente por decisiones tomadas absurdamente en momentos de tanta angustia y agobio, como esa de comenzar a cesar jugadores antes de que la pesadilla acabe?
Para lo poquita cosa que es este Colo Colo hay que reconocer, con todo, que en Rancagua realizó un partido bastante digno, neutralizando a O´Higgins y hasta poniéndose en ventaja apenas reanudado el encuentro en su segunda etapa. Sólo que, urgido por el miedo, agobiado por todos esos fantasmas que lo han acompañado, a partir de ese momento el cuadro albo “cerró” el partido. Echó sus líneas atrás y le entregó por completo la iniciativa, el terreno y el balón a un O´Higgins que, frente a ese panorama, soslayó aún mejor el estar con un jugador menos, luego que a los 41 fuera expulsado Larrondo por doble amarilla.
Nunca, como en otras oportunidades, Colo Colo pudo aprovechar esa ventaja numérica. La diferencia jamás se notó, acaso porque, preocupados sólo de defender, la pelota les quemaba en los pies a todos y cada rechazo a la desesperada significaba empezar de nuevo, porque O´Higgins muy pronto la recuperaba.
Digamos, además, que el “Mati” Fernández en ningún caso superó el aporte inexistente de Valencia, y que Morales, que prácticamente jugó todo el encuentro, confirmó una vez más que es una absoluta nulidad, porque a pesar de su privilegiado físico es incapaz siquiera de defender una pelota. ¿Cuál era la alternativa de Quinteros? Parraguez no podía ser, porque incomprensiblemente ni siquiera fue convocado a la banca, siendo menos nulo que Morales. Entonces ingresó Paredes para afrontar los minutos finales, y eso sólo podría ser entendido como el homenaje al goleador de tantas jornadas, porque la verdad es que “El Tanque” es un ex jugador desde hace rato, y lo confirmó tristemente en esos pocos minutos en que deambuló por la cancha.
El problema es que este Colo Colo no está para homenajear a nadie. Si ya tenía en cancha un ex futbolista, como el “Mati”, pretender que Paredes pudiera cazar un rechazo largo y por velocidad y fuerza poner de cabeza a la defensa rancagüina era una idea técnica absolutamente delirante. El otrora goleador, arriba, solo, una vez más, no la agarró ni con la mano.
Colo Colo jugó con fuego los minutos finales y terminó quemándose. Sin poder tener la pelota, para hacerla circular, quemar segundos y generar espacios, el fondo albo era un frontón que en cualquier momento podía claudicar. De hecho, mediante cabezazos del “Pájaro” Gutiérrez y de Cahais, que salieron elevados, O´Higgins había rozado la paridad.
Así, hasta que llegaron esos cinco minutos finales de descuento, que de antemano se sabía serían para el “Cacique” tan interminables como angustiosos. Y cuando el partido ya se iba, Colo Colo vio derrumbarse todo su pordiosero trabajo futbolístico mediante ese penal que constituyó un balde de agua fría, un golpe devastador del cual difícilmente se pueda recuperar.
Quinteros y los que lo antecedieron en la banca, tendrán que rendir cuentas. También tendrán que rendirlas los jugadores, protagonistas principales de esta debacle. Pero más que todos ellos deberá rendir cuentas Blanco y Negro, la nefasta y chanta concesionaria que, como partido más importante en la historia del “Cacique”, puso a esta definición para mantener la categoría al mismo nivel de importancia que aquel frente a Olimpia que significó ganar la Copa Libertadores hace casi exactamente 30 años.
Nos imaginamos, señores regentes y usurpadores del club más popular de Chile, que no es precisamente orgullo lo que en este momento están sintiendo luego del desastre que han provocado.
PORMENORES
Campeonato Nacional. Ultima fecha.
Estadio: “El Teniente”, de Rancagua.
Arbitro: Roberto Tobar.
O´HIGGINS (1): Batalla; Magalhaes, González, Cahais, Fracchia (75’ Sepúlveda); R. Fernández, Alarcón, Acevedo (64’ Gotti); Castro, Larrondo, Cereceda (84’ Gutiérrez).
COLO COLO (1): Cortés; Rojas, Barroso, Falcón, Suazo; Valencia (46’ Bolados), Carmona (64’ Alarcón), Fuentes; Solari (84’ Campos), Morales (86’ Paredes), Jara (64’ M. Fernández).
GOLES: Para Colo Colo, Fuentes a los 46’ y para O´Higgins Alarcón (penal) a los 90+4’.
Tarjetas amarillas: en O´Higgins, Acevedo, Larrondo, Cereceda y Gotti; en Colo Colo, Barroso, Falcón, Suazo, Fuentes y Valencia.
Tarjetas rojas: en O´Higgins, Larrondo, por doble amarilla, y en Colo Colo Bolados, por roja directa.
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