27 de abril 2024

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Cuando asumió el gobierno del Presidente Boric, el EMBI, el indicador elaborado por la calificadora JP Morgan, se ubicaba en 190 puntos y descendió durante los primeros meses, pero ahora este escala a 207 puntos, registrando así un máximo durante la actual administración y que no se veía desde junio del 2020.

Caso similar ocurre con la calificación de los Credit Default Swap (CDS) de Chile, los que al comienzo de la actual administración registraban 80,3 puntos y ahora escalan a 135,6 puntos.

El doctor en economía y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, Arcadio Cerda, explica que «el tipo de cambio alto, las tasas de inflación sobre los dos dígitos, el menor crecimiento económico esperado, y aún más importante: la creciente incertidumbre económica y política que vive el país, la que seguirá aumentando en el futuro cercano derivado de una posible nueva Constitución y sus efectos sociales y económicos, están incrementando el riesgo país de Chile».

Por su parte, el economista jefe del banco BCI, Sergio Lehmann, profundiza al señalar que «buena parte de la volatilidad que está mostrando el tipo de cambio tiene que ver con la incertidumbre política, las dudas respecto al proceso constituyente, cuál va a ser en definitiva el marco jurídico que nos va a regir hacia adelante, son elementos claves. El riesgo país está subiendo, básicamente, por eso. Lo que pasa es que como efecto colateral genera también está lectura en la volatilidad en el tipo de cambio. No cabe duda que eso tiene que ver justamente con miradas de incertidumbre respecto de lo que viene en el futuro».

Sobre el impacto para los ciudadanos que significa esta elevación del riesgo país, José Luis Ruiz, economista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, explica que «las personas les repercute en el sentido si a las empresas del país les cuesta conseguir financiamiento o lo hacen con uno más cara, esto se traduce, básicamente, en un menor nivel de actividad económica en el margen y con ello, por el lado del empleo y del producto, se resiente la economía».

En detalle, el académico Cerda precisa que «cuando se tiene un riesgo país elevado, los inversionistas locales y extranjeros pierden confianza en el país involucrado y dejan de invertir. Esto podría tener un importante impacto en la economía del país al limitar su capacidad para generar ingresos».

En esa misma línea, detalla que «Un incremento del riesgo país se refleja directamente en el incremento del costo de la deuda soberana de los países, pero además tiene un efecto negativo en la inversión, pues repercute en la elevación del costo de financiamiento de las empresas, los que ya han estado aumentando en forma considerable».

«Este escenario desincentiva la ejecución de proyectos de inversión del sector privado, cuyos rendimientos son cada vez más exiguos, lo que impactará negativamente en el crecimiento económico, posibilidades de empleo y recaudación estatal, afectando finalmente a toda la población del país» concluye.