18 de mayo 2024

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El Cacique era superado cuando el meta acerero Castellón cometió un penal absolutamente innecesario. A favor de esa ventaja, el cuadro de Quinteros apeló al pragmatismo para volver al triunfo luego de dos derrotas consecutivas, imponiéndose al final por 2-0.

Por Eduardo Bruna


Colo Colo se encontró el gol de la apertura en un trapito, porque hasta ese momento había sido claramente superado. Sin embargo, a favor de esa ventaja mínima, en la segunda etapa asentó un poco más su juego y al final venció merecidamente por 2-0 a un Huachipato que,  a pesar de lo mucho que cargó a la búsqueda de mejor suerte, no pudo procurarse oportunidades claras de gol.

Luego de dos derrotas consecutivas, el “Cacique” necesitaba imperiosamente levantar cabeza, para mantenerse en los puestos de avanzada. Pero ni el rival ni el escenario parecían muy propicios para ello, toda vez que, más allá de la goleada sufrida por Huachipato  a manos de Rosario Central, por la Copa Sudamericana, el elenco “acerero” venía rindiendo a un muy buen nivel en el ámbito internacional, lo cual supone un plus para nada despreciable respecto de una competencia que, como la nuestra, se ha mostrado muy poco competitiva en los últimos años.

Sorprendentemente, el técnico albo estrenó para este partido una dupla defensa inédita, haciendo retornar a Matías Zaldivia y ordenando el debut de Maximiliano Amor, proveniente de Vélez Sarsfield. Y decimos sorprendente porque no es común que un entrenador ocupe una dupla de centrales que, excepto en entrenamientos, nunca había visto acción. Se sabe que, por los puntos, las cosas suelen ser bien diferentes.

Los sofocones que pasó Colo Colo durante ese primer tiempo, en que Huachipato pudo perfectamente abrir la cuenta en un par de claras oportunidades, no fueron atribuibles, sin embargo, a lo que eran los rendimientos de Zaldivia y Amor. No es que fueran un monumento a la solidez, ni  mucho menos, sólo que Colo Colo era superado por la marca y el fútbol que desarrollaba Huachipato en todos los sectores del terreno, y cuando un equipo logra eso es natural que su superioridad se exprese también en el área ajena.

Mientras el elenco acerero era mejor, pero no podía expresar esa superioridad en el marcador, es lógico suponer que el cuadro superado, en este caso Colo Colo, a la primera que tuviera tendría que aprovecharla. Y la incidencia se produjo del modo más inesperado, toda vez que los toques que ensayó el cuadro albo en el área parecían diluirse en ese último pase un tanto desmedido de Suazo a Costa. El balón ya se perdía por la línea de fondo cuando el meta acerero –Castellón- salió atolondradamente por esa pelota y tocó a Costa para derribarlo. El penal, tan innecesario como claro, ni siquiera ameritó la revisión del VAR. Tampoco los jugadores de Huachipato lo protestaron demasiado.

Morales, que hasta ahí no la había agarrado ni con la mano, como varios compañeros de equipo, la puso violentamente en un rincón bajo cuando la primera etapa ya expiraba. “Gol sicológico”, como reza el meta lenguaje de relatores y comentaristas.

Durante el descanso quedó la certera impresión de que Colo Colo se la había encontrado en un trapito. Y es que hasta ahí ofensivamente no había producido nada, entre otras cosas porque su motor –Gil- había tenido muy poca participación en el juego frente a la marca escalonada a que era sometido. Y ausente el “Colorado”, nadie puede esperar que sea Costa quien distribuya y ordene. Martín Rodríguez, de vuelta tras fechas de ausencia, sólo mostraba  chispazos de su reconocida habilidad, pero sin la continuidad que se le exige siempre a aquel que con la pelota sabe más que el resto.

Como se esperaba, Huachipato salió decidido a emparejar el marcador. Y, como se esperaba también de un equipo que a falta de muchas luces debe apelar al pragmatismo, Colo Colo optó más por achicar espacios que seguir yendo al frente sin tener demasiados recursos como para imponerse en esa faceta del juego. Bolados, Costa, y especialmente Morales, con más espacios y terreno que durante la primera etapa, rara vez podían sacar partido de eso que, se supone, es una ventaja.

Sin embargo, el ingreso de Solari por Bolados, en el minuto 67, sacudió positivamente el ataque albo. El joven delantero argentino sí pudo marcar diferencia teniendo metros por delante y, de paso, obligó a Cuevas, su marcador, a estar mucho más preocupado de defender que de atacar. Fue así como, en el minuto 75, desbordó y su centro fue empalmado en el otro extremo por Morales, pero tan mal, que le salió un remate increíble que Castellón alcanzó a desviar al córner. Claramente, era mucho más fácil convertir el gol que perderlo.

La de Morales fue calcada a una ocasión que, fechas atrás, desperdició frente a Everton, en el Sausalito.

Aunque las cargas de Huachipato no llevaron nunca mucho peligro, entre otras cosas porque Zaldivia mantuvo su nivel y Amor se afirmó claramente, Colo Colo en ningún caso podía cantar victoria. Cualquier error, cualquier acierto, podía cambiarlo todo. El Cacique necesitaba el gol de la tranquilidad, pero este no llegaba, porque a la chambonada de Morales se sumaron dos ocasiones en que Solari, teniéndolo todo a favor, no pudo definir. La primera, por demorar demasiado el remate; la segunda porque, tras limpiarse en forma brillante el camino, le pegó al balón con un diario.

Estaban en eso, con Huachipato atacando y Colo Colo defendiendo, cuando en el último minuto de descuento de los cinco que ordenó el pito Gamboa, el Cacique pudo por fin respirar. Gil, cargado sobre la derecha, le metió a tres dedos una pelota justa al juvenil Arriagada, ingresado por Morales, que en cuanto vio la salida desesperada de Castellón, se la tocó por arriba.

Claramente no fue un gran partido el del cuadro albo. Pero al menos volvió a ganar, sumó tres puntos importantes en un reducto difícil y mostró un par de juveniles que, como Soto y Arriagada, vienen pidiendo cancha.

PORMENORES

Campeonato Nacional. Partido válido por la octava fecha.

Estadio: CAP de Talcahuano.

Arbitro: Eduardo Gamboa.

HUACHIPATO (0): Castellón; Gutiérrez, Ramírez (73’ Gazzolo), Tapia, Cuevas (79’ Palmezano); Garrido (73’ Silva), Sepúlveda, Altamirano, Mazzantti; Maximiliano Rodríguez, Martínez (63’ Baeza).

COLO COLO (2):  Cortés; Rojas, Zaldivia, Amor, Suazo; Costa, Gil, Fuentes; Bolados (67’ Solari), Morales (88’ Arriagada) y Martín Rodríguez (88’ Soto).

GOLES:  Morales a los 45’ (penal) y Arriagada a los 90+5’.

Tarjetas amarillas: en Huachipato, Ramírez, Cuevas, Sepúlveda y Martínez; en Colo Colo, Rojas, Costa y Bolados.