4 de mayo 2024

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  • El panorama era mucho menos idílico que el que suponíamos, de acuerdo a la gran campaña que cumple en la Liga española el cuadro sevillano. A las goleadas sufridas en Chile y Argentina, se suma una realidad económica más que preocupante. La prensa le exige al equipo enfrentar la revancha con el Cacique bien «arropaditos», para evitarse un nuevo papelón

Por El Ágora


Más allá de su buena campaña en la Liga española, del explicable entusiasmo de sus seguidores por el equipo y la conducción técnica de Manuel Pellegrini, el estado financiero del Real Betis, y sobre todo su hasta ahora desastrosa gira por canchas sudamericanas, han sacado a la luz un panorama mucho menos idílico del club sevillano.

Deportivamente, las goleadas sufridas frente a River Plate (4-0) y luego ante Colo Colo (5-0), han calado hondo en la prensa española y en la afición andaluza. Tanto, que los especialistas vienen sugiriendo, en las últimas horas, que para evitarse un nuevo papelón, esta vez frente a Colo Colo, en el estadio Sausalito de Viña del Mar, lo más cuerdo que puede hacer la escuadra de Pellegrini es afrontar el partido preocupándose más de defender que de atacar.

En términos bien chilenos, jugar “arropaditos». Echar mano a la mundialmente táctica conocida como la del murciélago, por menos castizo que ello se antoje.

«Para evitarse otro bochorno hay que salir con la cuchilla entre los dientes», fue otra analogía al servicio del fútbol que se utilizó profusamente, con distintos términos.

Sin embargo, ocurre que, financieramente, el Real Betis pasa por un momento muy delicado, y del cual seguramente se conocerán más detalles en la Junta de Accionistas Ordinaria y Extraordinaria, que tendrá lugar el próximo 15 de diciembre y donde, de seguro, sólo surgirá una solución: la necesidad de vender jugadores es acuciante.

Durante el receso los regentes verdiblancos confiaban en una gran venta que estaban seguros se produciría. Sin embargo, las ofertas no llegaron. Alguna sí que arribó a las oficinas del Benito Villamarín, pero entre que alguna estuvo por debajo de lo esperado (como la de Guido Rodríguez), otros no quisieron marcharse, y sólo Marc Bartra partió al fútbol turco por una cantidad irrisoria para lo que actualmente se mueve en el fútbol.

Y sin operaciones de venta, los problemas seguirán llegando. El Betis presentará en esa junta 38,23 millones de euros de pérdidas en su balance de resultados del curso 2021-22, que se suman a los 36,7 del ejercicio anterior.

Sin embargo, «los administradores de la sociedad han adoptado diversas medidas para mitigar los efectos de esta reducción de la actividad que incluyen gestiones para hacer efectiva la venta de jugadores en el mercado de invierno, una vez finalizado el Mundial que se disputa en Qatar o, en caso de ser posible y que el mercado lo permita, de manera previa al cierre del ejercicio fiscal a 30 de junio del 2023».

Sin embargo, si no llegaron el pasado verano esas necesarias propuestas, nada asegura que lleguen tras la cita mundialista. Ni siquiera el próximo verano y eso ya sería extremadamente preocupante para un club que, según el informe de las cuentas anuales presentado, no está en causa de disolución porque «se encuentra al 30 de junio de 2022 en fase de cumplimiento de convenio de acreedores».