26 de abril 2024

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  • El entrenador uruguayo que acaba de asumir la banca de Universidad Católica mostró más ambición en conseguir el tetracampeonato que en soñar con algo grande en el plano internacional: “A todos nos entusiasma una Copa Libertadores, pero uno está jugando contra los mejores equipos de todos los países”.

Por MATÍAS ALCÁNTARA de El Ágora.


Aparentemente Gustavo Poyet, entrenador charrúa que dirigirá por primera vez a un club de Sudamérica, entendió a la perfección lo que busca el “modelo UC”, ese que sin grandes inversiones en futbolistas apunta año a año a alimentar el palmarés del club. Y como el objetivo local es mucho más abordable que el internacional, Católica nuevamente dirigirá sus fichas a ganar el Torneo Nacional. Con el aliciente que sería el cuarto título consecutivo.

Por eso este viernes, en su primer encuentro con la prensa nacional, el ex volante del Chelsea no tuvo problemas para hablar del atractivo desafío que se le avecina en la competencia chilena: “La responsabilidad me encanta, tener esa chance de poder lograr un tetracampeonato y que sea la primera vez que lo logramos como club realmente me tiene entusiasmado”.

Pensar entonces en ir por algo grande en la Copa Libertadores parece que no está en los planes del tricampeón, porque -como dijimos- la UC busca sumar títulos, y mientras las copas internacionales aparecen como muy lejanas, las vueltas olímpicas locales Católica las tiene al alcance de la mano. Con lo que ha cimentado, en Chile le alcanza. Incluso hasta le sobra.

¿Pero cuándo la UC cambiará el chip y mirará la Libertadores como un objetivo?

Si bien Poyet no es el encargado de responder esa pregunta -todavía-, sí se refirió al cetamen de clubes más importante del continente: “A todos nos entusiasma una Copa Libertadores, pero uno está jugando contra los mejores equipos de todos los países. Es un desafío, una competición espectacular. No tuve la oportunidad de jugarla, porque estuve muy poco tiempo en mi equipo, River Plate de Uruguay, pero sabemos lo que es la competencia. Uno de los objetivos es tratar de mejorar en las copas internacionales”.

Es decir, inmediatamente le puso paños fríos a la posibilidad de soñar con la Libertadores, entendiendo que la juegan los mejores, equipos con ambiciones mucho más altas que las que tiene la UC. Cuadros con los cuales no se puede competir en materia de valorización de planteles.

Pero el adiestrador charrúa sí tiene claro que la misión de Católica es por fin pasar la fase de grupos, aunque tampoco descartó llegar lejos en la Sudamericana. En otras palabras, disputar un torneo de tono menor que se “clasifica” luego de fracasar en el certamen de mayor valor.

¿Y después de un eventual tetracameponato, mirarán más allá de nuestras fronteras? Debe haber un punto en que Católica busque la consolidación internacional. Tal vez el primer paso es lograr que un técnico ganador permaneza en el club, luego de la “fuga” de cada uno de los entrenadores que aportaron un título de los tres consecutivos.

De momento Poyet se mostró complacido por la oportuniudad de dirigir en Chile: “Es mi primer desafío en Sudamérica después de tantos años en Europa y estoy muy feliz. Es la primera vez que tendré un equipo campeón. Mi mensaje a los hinchas es que soy el mismo de siempre. Me gusta ganar”.

Con respecto al juego, Gustavo Poyet comentó sus intenciones en la cancha: “Intentaremos ser un equipo que trata bien el balón y que quiere ser protagonista. Yo le doy mucha importancia a la pelota. Como uruguayo nací con una pelota en los pies, me crié así y para jugar al fútbol mientras más puedas tocar la pelota mejor. Eso no significa que pongo por encima de un resultado la posesión”.