19 de mayo 2024

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En la cuidad de Santa Cruz, Bolivia, motor de la economía del país altiplano, se vive una paralización de los sectores productivos en demanda de un nuevo censo para el año 2023. Otras provincias han respondido bloqueando el acceso a la ciudad, lo que podría generar una situación de desabastecimiento en la zona.

El profesor y misionero chileno, David Carrillanca, que se encuentra justamente en la ciudad de Santa Cruz conversó con Veritas Capitur sobre el «encierro» que se vive en el sector.

David junto a su esposa Pamela y sus dos hijos se encuentran en Bolivia desde hace cerca de cuatro años. Vía zoom comenta que «estamos encerraditos, todavía no ha habido ninguna solución al conflicto, pero al menos en la zona donde estamos viviendo estamos tranquilos».

Antes de contarnos cómo se vive el conflicto, el profesor y misionero aclara que «Bolivia funciona bajo una lógica organizativa bastante distinta a lo que acostumbramos en Chile».

Según señala, Santa Cruz y otras grandes ciudades se organizan en comités cívicos, los que explica como «organismos que representan la voz del pueblo» aparte de instituciones como gobernación, alcaldías, que son electos por voto popular.

LAS RAZONES DE SANTA CRUZ

El último censo en Bolivia se realizó en 2012, «pero desde esa fecha hasta ahora, Santa Cruz ha tenido un crecimiento demográfico, de los más grandes de Latinoamérica. Cerca de 80 mil personas por año se trasladan de distintas provincias a vivir a esta gran ciudad».

Con estas estimaciones, se proyecta que hay entre 800 mil y 1 millón de personas más que desde la última medición del censo. «Esto es lo que están pidiendo: Es necesario una restructuración o que el censo pueda colaborar en cuánto a la redistribución de los recursos» señala David.

Junto con la anterior, el profesor indica que «también tiene que ver con los escaños políticos que Santa Cruz tiene de representatividad, por ejemplo, en la Cámara; y eso en este momento no se está reflejando».

En ese sentido, señala que la ciudad está pidiendo, de la mano de sus representantes del comité cívico, un censo antes de las próximas elecciones, en 2023, pero el gobierno quiere hacerlo en 2024.

LA REACCIÓN DE OTRAS PROVINCIAS Y EL PELIGRO DE DESABASTECIMIENTO

El profesor David afirma que producto de esta demanda emanada desde el comité cívico la ciudad se encuentra paralizada.

«El comercio se puede abrir, siempre y cuando puedas llegar a esos lugares, pero no hay vehículos, no hay movilización. Las rutas están cortadas dentro de la ciudad».

Sin embargo, advierte que «hay un alto porcentaje de la población en Bolivia que no tiene contrato legal, trabaja al día. Hablamos de micros, camiones, ventas de fruta. Cerca de un 70% a un 80% del comercio es informal. Por lo tanto, muchos de los sindicatos que dependen de la venta diaria están en contra de este paro que repercute directamente en el comercio».

Así, explica que «lo que están haciendo, a modo de protesta, contra Santa Cruz y el comité cívico, están bloqueando desde las provincias, entonces no está ingresando alimentación y medicamentos. Además, hay cortes de gas y gasolina y producto de ello las cadenas de frío se han cortado».

«Nosotros sabíamos que se venía complicado, así que nos abastecimos para más o menos unos diez días y llevamos siete».

El profesor misionero y su familia se encuentran esperando lo que suceda en Cochabamba donde se están reuniendo comités de distintas ciudades y pueblos para llegar a algún acuerdo. «Si se acoge la petición para un censo lo más antes posible, hoy o mañana ya no habría paro», sostiene David Carrillanca.

«Ambas parten están, con cierta razón, luchando por eso, pero también hay una lucha política, hay un encuentro de fuerzas, de quién tiene la razón y la última palabra».