26 de abril 2024

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El laboratorio biotecnológico estadounidense Moderna demandó a las farmacéuticas Pfizer (EE.UU) y a BioNTech (Alemania), por presuntamente infringir sus patentes sobre ARNm, tecnología esencial para el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19.

En su demanda por infracción de patente, Moderna sostiene que la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer y BioNTech, denominada comercialmente «Comirnat», infringe sus patentes sobre la tecnología de ARNm y que fueron presentadas entre 2010 y 2016 por Moderna.

«Pfizer y BioNTech copiaron esta tecnología, sin el permiso de Moderna, para hacer Comirnaty», afirma la biotecnológica estadounidense, añadiendo que, a su juicio, ambos competidores copiaron dos características clave de las tecnologías patentadas de Moderna y que cuando surgió la enfermedad «ni Pfizer ni BioNTech tenían el nivel de experiencia de Moderna en el desarrollo de vacunas de ARNm para enfermedades infecciosas» y conscientes siguieron el ejemplo de Moderna para el desarrollo de su vacuna.

«Presentamos estas demandas para proteger la innovadora plataforma de tecnología de ARNm en la que fuimos pioneros, invertimos miles de millones de dólares en su creación y patentamos durante la década anterior a la pandemia de Covid-19», dijo el consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel.

De acuerdo con su compromiso con el acceso global equitativo, en octubre de 2020, Moderna se comprometió a no hacer cumplir sus patentes relacionadas con Covid-19 mientras continuara la pandemia, por lo que en marzo de 2022, Moderna actualizó su compromiso, aclarando que, si bien nunca haría cumplir sus patentes para ninguna vacuna Covid-19 utilizada en los 92 países de ingresos bajos y medianos, esperaba que compañías como Pfizer y BioNTech respetaran sus derechos de propiedad intelectual.

En este sentido, el laboratorio ha subrayado que no busca retirar a Comirnaty del mercado ni solicita una orden judicial para evitar su venta en el futuro. Además, Moderna no busca daños relacionados con las ventas de Pfizer en los 92 países de ingresos bajos y medios, así como tampoco por las ventas de Pfizer donde el Gobierno de los EE.UU. sería responsable de cualquier daño, ni en relación con actividades que ocurrieron antes del 8 de marzo de 2022.