18 de mayo 2024

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El diputado Gaspar Rivas (PDG), se refirió a la decisión del Tribunal Regional de Valparaíso sobre su expulsión de la colectividad y aclaró que este es un proceso que todavía no ha terminado.

“En mi calidad de militante del PDG yo no estoy oficialmente expulsado, porque todavía caben recursos en contra de la sentencia de la primera instancia como el recurso del Tribunal Supremo Nacional”.

El parlamentario detalló que “haré uso de mi derecho de apelación para que sea el Tribunal Supremo Nacional del PDG, defina si corresponde o no la aplicación de esta sanción que, a mi juicio, no corresponde y que se pronuncie también respecto de las justificaciones y contextualizaciones en las cuales ocurrieron los hechos que son materia de la denuncia en mi contra y que habría motivado la expulsión en primera instancia”.

Junto a lo anterior, Rivas se refirió al respaldo que ha recibido por parte de sus compañeros de partido.

“Quiero ser claro y enfático: Cuento con el respaldo de la más amplia mayoría de los militantes del PDG y la denuncia en mi contra solamente representa a una minoría de militantes de la V región y algunos otros sectores del país”, aclaró.

Roces al interior del PDG

El parlamentario fue consultado también por las divisiones que ha habido al interior del partido político y las relaciones que se tensionaron cuando algunos personeros, señaló, “negociaron con la derecha el cupo para la presidencia de la Cámara”.

“Creo que si hubiese habido una negociación en la jefatura y subjefatura que aspiraba en ese entonces, a la testera, hubiese sido más abierto y transparente manifestar sus deseos y no hubiese existido este impasse que se produjo justamente por una negociación que se hizo desde una posición de privilegio del subjefe de bancada en ese entonces (Víctor Pino) y que carecía de transparencia para el resto de la bancada”.

Además, abordó una supuesta “fractura” entre sus militantes. “Yo creo que no es que el partido tenga una fractura, si no que se generó porque las expectativas fueron muy altas, el crecimiento fue muy raudo, presuroso y expedito y creció de una manera exponencial por la espuma”.

“Faltó una base, no significa que el PDG no tenga una base de militancia o de apoyo electoral, si no que creció tan rápido, sobre todo en los medios de comunicación y en las expectativas de la ciudadanía que se generaron estas faltas de sustento político y que en definitiva terminaron generando los resquebrajamientos que se produjeron”, afirmó Gaspar Rivas.